martes, 23 de noviembre de 2010

Luis Llorente Benito. El hielo, la mirada


El hielo, la mirada.


El humo, el agua. Las piedras y el fuego
y las campanas al fondo del paisaje,
y la madera y el barro de las vacas,
la leche de las flores,
la miel del viento
que lleva otros vientos a ninguna parte,
la alegría casi eterna
de morir ante mi lámpara votiva,
el cesto de la noche y sus laureles,
los ojos de ceniza, la fuente
y los canastos donde se posan los mirlos.
Yo estuve aquí contigo.
El vino agrio. La escalera sola.
Yo estuve aquí contigo.

El río es transparente
y el árbol extiende su engañosa sombra,
esta realidad es de otro mundo y no nos pertenece,
ficción ahora
ante tus ojos viviendo entre dos lágrimas,
inocente lucha contra el viento,
tus manos con mis manos
venciendo a la sordera del paisaje

y este instante
en que el perro muerto inicia su regreso.

2 comentarios:

  1. Me ha transportado hasta en el más mínimo detalle a una realidad vivida que me parece imposible que estas palabras no salieran de una boca, o una mente que no hubiera estado allí, conmigo.
    Comentario puramente personal.
    Son los "misterios", que no los tiene, de la poesía.

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  2. Muchísimas gracias, de corazón. Es magnífico que un poema haya conseguido "transportar" a una persona. Y efectivamente, no tiene misterios.
    Un saludo.

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