martes, 23 de noviembre de 2010

Alberto Acerete. El avión

El avión


Vuelvo, infectado de consciencia, a donde nací.

Las alas, paralelas a las fábricas
cerradas de debajo, son de la estabilidad.
Finjo sosiego y descubro vacíos
los asientos de los lados. Recuerdo a mi padre
que cuando pequeño, íbamos en pareja a.
Anhelo montes, niños corriendo, a encender
la estufa para la escuela, un hombre – e intermitencia
ideológica, graduación con la que al yo-
que al tacto éste es tu hogar.
No es ésta la vida que yo quiero: morder labio
y tragarse todo. ¿Aquélla sí?

Humillado por la tierra, es inútil. Resulto. Eres tú.

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