martes, 23 de noviembre de 2010

Allan Martínez. Alguien dijo

¿Recuerdas cómo empezó todo?
¿Recuerdas la primera puerta que abriste
Y tu primer suspiro ahogado
Entre prohibiciones?

Sonríe pequeño;
Sal a caminar y cuenta las gotas
Que golpean tu piel desnuda
Antes de empezar a enfriar tus anhelos;

La euforia debería ser la máscara
Que cubre tus gestos nerviosos
Cuando contemplas
Y germinas tu infinito, tu universo negro,
Donde toda luz es nada
Y cada cuerpo ínfimo se vuelve canto.

Sonríe desde ese rincón cómodo,
Improvisado entre ancestros, muebles
Desgastados, ropa desteñida,
Ventanas que no muestran nada;
Entre libros robados y plumas
Siempre a punto de vaciarse;
Entre hojas de cuadernos y libretas
Con tendencia a borrarse y perderse;
Y los discos transformados son vidas pasadas.

Sonríe pequeño
Las paredes no se estrechan
No arde tu entorno; la rutina se mueve,
Cabalga motores grasientos;
Y tu esencia lubrica el óxido pestilente
De la tristeza.

1 comentario:

  1. si puedes, pequeño, hacer de "cada cuerpo ínfimo" un canto tambièn harás de la tristeza esa sonrisa necesaria. Cariños poeta

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