Poeta en el Louvre
Muchacha angelical, gentil Victoria,
has de saber que doblas mi estatura
y nuestro affaire implica desmesura
de talla corporal más que notoria.
Y no es pega banal a nuestra historia,
―pues soy voyeur prendido a tu figura―
no sorprender ni un cambio en tu postura
ni actividad normal respiratoria.
Mas vence tu glamour sobre tu inercia,
y un vis à vis quisiera, si se tercia
citarte en un rincón más solitario.
Descarta, mon amour, salir del Louvre;
nieva en París, y a ti sólo te cubre
un leve camisón de mármol pario.
¡y tan poeta, que no necesitas ver cabeza para cantar!, :DD
ResponderEliminarya sé, ya sé que eres mi jefa, pero qué leches, no te lo conocía, y me ha encantado, esta Victoria de Samotracia es "mía", o sea, para mí la quiero.
te robaré este soneto para la fuente, ;), con el permiso que me den autores del blog y tú misma, si los obtengo, por supuesto.
besos
Enhorabuena por el soneto.
ResponderEliminarAl principio me despistaba la "cesura", luego me di cuenta de que era otra vuelta de tuerca.
Un trabajo espléndido. Una lástima que no haya sido valorado como se merece.
Un cordial saludo.
Esteban