DE RÁBANOS Y HOJAS
Es lechugosa la palabra Hombre
tan verde y digestible
así de llena, casi mentira tan oronda
para comerla entera
y desaparecerlo a golpes, a bocados,
a sustentos.
Convenientemente desvestido
de sus actos como hojas
proceden a extirparle del dolor
con todo aliño, pura sazón, alquimia
en gotas, ralladuras.
Quedó muy presente, huido,
apenas sin espinas,
rabicortado y limpio, con pulso femoral
entre dos piernas tuberosas,
ausente de su bulbo,
¡¡¡milagro hecho verdura!!!
entre dos piernas tuberosas,
ausente de su bulbo,
¡¡¡milagro hecho verdura!!!
Muy buen juego, y con sentido del humor contemplación de esto que somos.
ResponderEliminarNo, si al final hasta los vegetarianos van a ser caníbales, ;))
:)
Me gustó desde el primer día.